GRACE – Jeff Buckley

3 May 2009 at 8:39 am 1 comentario


Del álbum Grace (Columbia Records, 1994)

Hacía ya tiempo que Jeff Buckley cantaba esta canción en sus directos cuando la grabó para su primer y último álbum de estudio. Después de su temprana muerte, y aprovechando la circunstancia, han salido mil y un recopilatorios póstumos con otras tantas versiones que demuestran lo que era capaz de hacer en un escenario, exprimiendo hasta el último reducto de grabación que existe de lo que hacía Buckley con su guitarra eléctrica y su voz.

Y sin embargo, el Grace del disco homónimo es brutal, como todos y cada uno de los temas del álbum. El guitarrista Gary Lucas colaboró creando los riffs principales (uno de los puntos fuertes, por cierto), y la producción del propio Jeff Buckley junto con Andy Wallace, si bien no se corresponde con lo que luego eran capaces de llevar al directo, es impecable.

Si situamos la música en su época, a principios de los 90, vemos que realmente era un caso muy peculiar. Los Estados Unidos andaban muy lejos del neo-folk que han vivido sobre todo a partir del nuevo milenio (Buckley era hijo de Tim Buckley, famoso cantautor de folk-rock de los años 60 y 70); Inglaterra se alejaba poco a poco de las guitarras eléctricas a través de los sonidos electrónicos de grupos como Happy Mondays o Portishead; la cultura del hip-hop se asentaba y seguía ganando terreno en la música popular, diversificándose y buscando nuevos públicos. En pocos años el rock volvería a ser declarado difunto. En esta escena se planta Grace, un disco y un tema de dificilísima ubicación estilística, construido evidentemente sobre los pilares del folk-rock de su padre y de lo que se vino llamando en los ’80 rock alternativo (que nombre más chungo) pero cuya instrumentación y, sobre todo, recursos formales excede lo que se había venido haciendo hasta este momento. Bajo mi punto de vista, Grace es un perfecto resumen de todo lo anterior y el paso hacia lo que vendría después. No es difícil, y ellos mismos lo han confirmado, encontrar rastros de Jeff Buckley en Radiohead o Muse.

Sobre la canción, ya concretando, un análisis algo más detallado dará luz a sus virtudes. El sonido en general nos sitúa en un rock sólido, con el ritmo de batería bien marcado, guitarras de sonido limpio pero con riffs claros y acordes llenos. En este ambiente nos encontramos con un misterioso teclado apenas perceptible pero que aporta un contrapunto que oscurece el conjunto, así como las cuerdas, con un efecto similar. En la segunda estrofa, primero realizan un efecto de glissandi a lo banda sonora, para después puntualizar con pizzicato; posteriormente escucharemos el sonido de la madera de los arcos, tras el segundo estribillo… Sobre esta orquestación destaca la prodigiosa voz de cuatro octavas y media de Jeff Buckley, quien se reserva sus mejores agudos y potencia para terminar como es debido, en medio de la confusión del flanger, con pocos momentos de varias voces, aunque muy bien elegidos. La fórmula del compás de 6/8 de tempo medio se va a convertir en el futuro en un estandar, repetido una y otra vez por grupos de indie. En definitiva, el sonido (como el de todo el disco) me gusta mucho. Yo tengo la enorme fortuna de tener el vinilo, gracias a mi querida y amada Grace (no, no es casualidad) y es un gustazo.

Pero no se queda aquí la cosa. Sí, suena muy bien. Sí, ha utilizado los instrumentos de manera sabia. Sí, su voz es fantástica. Pero además, la propia construcción del tema ya merecería todo un post. Respecto a la armonía, Buckley experimenta aquí con la modalidad del rock y la transgrede, en general forzándola, a veces con secuencias de acordes más tradicionales a los que aporta modulaciones extrañas y en general lejanas. La melodía se adapta, a veces como puede, a estos recursos. Esto puede ser un peligro; nuestra primera impresión es de ¿esto qué es?. No llega a ser tan raro como para que sea claramente vanguardista, y no es claro como ya hemos dicho. La gran cualidad es que soporta perfectamente las escuchas repetitivas sin agotamiento, descubriendo en cada una de ellas que nos acercamos más a la esencia de su música (han pasado 15 años y sigue teniendo plena vigencia). Y aún así, aún no llegamos a la mejor virtud de esta ¿canción? En esta duda razonable se encuentra lo sublime: la capacidad para tomar una canción de folk-rock y superar su forma. Jeff Buckley ha conseguido con esta y con otras canciones del disco mantener una forma tan tradicional como la de canción y a la vez trascenderla. La fórmula de estrofa y estribillo se mantiene hasta mediado el tema. A partir de aquí, la evolución es sorprendente: una parte a varias voces hace las veces de «solo instrumental» para luego retomar las ideas de la estrofa y estribillos anteriores desarrolladas (gracias en gran medida a su voz) a la manera del compositor «culto», para que nazca una última sección-resumen que pone el broche final. El rock-progresivo, la psicodelia, etc. ya habían desarrollado temas, pero (a mi juicio) nunca de manera tan sólida, con tanto respeto por la forma de la que se parte.

Ahí queda, este es mi homenaje a un gran músico. Sirva también de homenaje para la gran mujer de la que estoy enamorado, mi amada Grace. Una canción que habla de no temer a lo que te va a suceder en la vida, al futuro, escrita cuando Buckley se trasladó de Los Ángeles a Nueva York para vivir con quien amaba, para expresar los sentimientos que produce, en sus palabras, «el verdadero amor».

[Youtube = http://www.youtube.com/watch?v=lFM_6c8lGuk%5D

Entry filed under: Folk-rock, Rock. Tags: , , , , , .

SÌ DOLCE È’L TORMENTO – Claudio Monteverdi IN THE WEE SMALL HOURS OF THE MORNING – Frank Sinatra

1 comentario Add your own

  • 1. Grace  |  9 septiembre 2009 a las 7:56 am

    Cuando escucho este temazo sólo puedo pensar en ti….

    Responder

Deja un comentario

Trackback this post  |  Subscribe to the comments via RSS Feed


AUDICIONES


Creative Commons License
Todos los post de este blog se encuentran bajo licencia de Creative Commons.

Diseño: Marcos Padilla

Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este blog y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

Únete a otros 73 suscriptores

Feeds

Categorías

La Catedral Sumergida

Ofertas CO2 neutral

Recomendaciones

De Madonna al canto gregoriano
De Madonna al canto gregoriano: una muy breve introducción a la música
Nicholas Cook

Quizás el subtítulo es lo que más pudiera despistar de este fantástico alegato contra la tradicional concepción "elevada" del arte musical con mayúsculas. Especialmente recomendado para quienes, como yo, procedemos de conservatorios y se nos ha insistido en la predominancia de Beethoven o Brahms sobre las músicas "menores".

Más clics

  • Ninguno